Ya veis. Ha sido darle la última puntada y ponerse a hacer break-dance. El robot 1.0 se ha metido debajo de un cojín y dice que no sale hasta que ese engendro se vaya de casa.
martes, 22 de julio de 2008
lunes, 21 de julio de 2008
sábado, 19 de julio de 2008
Técnicas tejeriles
Curioseando por la Wikipedia, he decidido pasarme al "continental knitting" Es un lío esto de los nombres, porque la mayoría de las páginas y tutoriales en inglés usan el "continental knitting" y aquí en cambio usamos el "english knitting" Al parecer, el continental tiene su origen en Alemania, y a partir de la 2ª Guerra Mundial se hizo popular también en Inglaterra. Luego Elizabeth Zimmermann lo introdujo en los Estados Unidos.
Nuestra forma de manejar la hebra con la mano derecha se llama también "right-handed knitting" o "throwing", porque "lanzamos" la lana por encima de la aguja, mientras que en el "continental", "german knitting" o "left-handed knitting" es la aguja la que va a por la lana, por lo que también se conoce como "picking"
Se ve que el continental es el mejor método si queremos rapidez y economizar los movimientos del brazo, lo cual carga mucho menos las muñecas. Y es muy cómodo cuando tienes que cambiar mucho de punto derecho a punto revés.
Así que mi velocidad tejeril se va a ver reducida estos días, pero espero convertirme en una de estas en cuanto le coja práctica. Creo que actuamente yo tardo más en pasar solamente los puntos de una aguja a otra.
También he estado viendo un artículo interesante sobre una divertida manera de afieltrar. Y otro con consejos útiles (muy apropiado el título: ojalá alguien me hubiese dicho que...)
jueves, 17 de julio de 2008
Robot 2.0
Ha sido encontrarse y enfrentarse a una lucha a muerte. El bichonovio está mosqueado porque dice que el NeoRobot tiene botones más modernos que el Robot 1.0...
Ayer fuimos a ver una exposición itinerante sobre el Camino de Santiago enfrente de la playa de San Lorenzo. Unas morriñaaas...
Ayer fuimos a ver una exposición itinerante sobre el Camino de Santiago enfrente de la playa de San Lorenzo. Unas morriñaaas...
martes, 15 de julio de 2008
Lace Ribbon
Es una vergüenza. Esto sí que es un UFO: me queda esconderle dos hilos y lo tengo así desde hace dos meses. Y quizás debiera hormarlo una vez más para que se abra más el calado... No sé ni como tengo la cara de enseñarlo.
Y otra confesión más: no hay un Crónicas Murcianas Parte 2. Pero a cambio tengo unas breves crónicas findesemanianas:
Y otra confesión más: no hay un Crónicas Murcianas Parte 2. Pero a cambio tengo unas breves crónicas findesemanianas:
- visitamos brevemente la Semana Negra de Gijón, donde nos hicimos con un bocadillo chacarero, unos burritos, un anillo arcilloso, y unos churros blanquecinos ("en Madrid le sacarían el carnet de churrero" clamaba el bichonovio) Mucha gente, mucha arena, poca novela negra.
- cocinamos un Olaiguru (especie de pisto-sopa), un bizcocho de vainilla y café y otro normal, unos yogures de galleta maría, helado de melocotón, coca de verduras y nos zampamos la torta del casar (han pasado dos días y creo que aun la huelo)
sábado, 12 de julio de 2008
Invadidos
martes, 8 de julio de 2008
Crónicas murcianas. Parte I
El viernes llegamos a Archena, con el tiempo justo de entrar al hotel y cambiarnos para la boda. Nos hospedamos en el Hotel La Parra, muy limpísimo, fácil de llegar, gente amable y precio correcto (45 € la habitacion doble)
La boda muy bonita, muy sencilla y tranquila. El cura mencionó que a la ilusión del enlace se sumaba el estar en una final de la Eurocopa: el tono de la homilía ya disipó nuestros miedos de una boda estirada.
A la mañana siguiente fuimos a desayunar al Balneario de Archena, en una terracita encima de un tablero de ajedrez gigante (descubrimos las piezas reservadas en un rincón), rodeados de palmeras y al lado del paseo del Río Segura. Un ambiente muy colonial.
Después del desayuno emprendimos el viaje a Cartagena. Íbamos algo desconcertados por las opiniones contradictorias de varios cartageneros: unos que decían que era preciosa, y que nos propusieron una rutilla para aprovechar el día, y otros que decían que era feísima, que te atracan por la calle y que mucho mejor Murcia. Como esta fue la última opinión que recibimos, Cartagena nos sorprendió para bien. Visitamos ruinas romanas variadas, el ayuntamiento (impresionante, y además la visita guiada es gratuita), el parque de los pavos reales y el castillo, y cogimos el catamarán turístico (un paseo muy recomendable para una primera impresión de la ciudad) Nos impresionaron los barcos y los submarinos militares. Y el primer submarino de Peral, que está en medio de una fuente en el paseo, ¡el original! Yo me imaginaba que estaría metido en una urna superprotegido.
Por la noche fuimos a un festival de ópera gratuito de fragmentos de obras de Puccini. Mientras esperábamos a que empezase, me puse a ganchillar el cuerpezuelo del robot 2.0, lo que atrajo la atención de una bandada de marujillas que reservaban sillas y sillas para amigas que estaban por llegar. "¡Uy fíjate que hacendosa! Para que digan que la juventud no se entretiene... seguro que se está haciendo un biquini así chiquitín!" Yo no sabía donde meterme. Y al rato, la señora de mi lado que me dice "¿quieres que te diga como hacer una variación del punto enano?", y me enseñó como hacer una especie de bordecito en medio de la labor y como hacerle una base al robot para que asiente. Y durante el espectáculo, las señoras de atrás me colocaban el chal para que no pasase frío. ¡Son de un sociable las cartageneras! Me sentía como rodeada de mamás. El bichonovio miraba todo esto asombrado.
El hotel de Cartagena era Los Habaneros. Muy buena situación, se llega andando a casi todo y hay aparcamiento cerca (el propio del hotel costaba 10 euros/día) Tenían estropeado el wifi. El trato bien, nada especial. El desayuno bufé correcto. Bonitas vistas desde el balconcito de la habitación. 50 euros la habitación doble, desayuno incluido, con puntos de Hotelplus.
Costumbres: Aprendimos que un chaval en Murcia es un "zagal", que tienen tipos de café desconocidos para mí (belmonte, manchado, el dos leches...) y que le echan limón a casi todo (incluso a las heridas)
Latiguillos: el bichonovio que exclamaba a cada poco "¡Murcia!", a lo que había que contestar "¡que hermosa eres!" con el entusiasmo de las galas de la Primera. Esto fue extendiéndose a cada cartel de cada pueblo que encontrábamos: "¡Cieza!...¡que hermosa eres!..¡Jumilla!...¡que hermosa eres!"
Gastronomía: Comimos caldero, paella, cabrito, mojama, huevas y gazpacho. Y patatas con limón, ñam.
La boda muy bonita, muy sencilla y tranquila. El cura mencionó que a la ilusión del enlace se sumaba el estar en una final de la Eurocopa: el tono de la homilía ya disipó nuestros miedos de una boda estirada.
A la mañana siguiente fuimos a desayunar al Balneario de Archena, en una terracita encima de un tablero de ajedrez gigante (descubrimos las piezas reservadas en un rincón), rodeados de palmeras y al lado del paseo del Río Segura. Un ambiente muy colonial.
Después del desayuno emprendimos el viaje a Cartagena. Íbamos algo desconcertados por las opiniones contradictorias de varios cartageneros: unos que decían que era preciosa, y que nos propusieron una rutilla para aprovechar el día, y otros que decían que era feísima, que te atracan por la calle y que mucho mejor Murcia. Como esta fue la última opinión que recibimos, Cartagena nos sorprendió para bien. Visitamos ruinas romanas variadas, el ayuntamiento (impresionante, y además la visita guiada es gratuita), el parque de los pavos reales y el castillo, y cogimos el catamarán turístico (un paseo muy recomendable para una primera impresión de la ciudad) Nos impresionaron los barcos y los submarinos militares. Y el primer submarino de Peral, que está en medio de una fuente en el paseo, ¡el original! Yo me imaginaba que estaría metido en una urna superprotegido.
Por la noche fuimos a un festival de ópera gratuito de fragmentos de obras de Puccini. Mientras esperábamos a que empezase, me puse a ganchillar el cuerpezuelo del robot 2.0, lo que atrajo la atención de una bandada de marujillas que reservaban sillas y sillas para amigas que estaban por llegar. "¡Uy fíjate que hacendosa! Para que digan que la juventud no se entretiene... seguro que se está haciendo un biquini así chiquitín!" Yo no sabía donde meterme. Y al rato, la señora de mi lado que me dice "¿quieres que te diga como hacer una variación del punto enano?", y me enseñó como hacer una especie de bordecito en medio de la labor y como hacerle una base al robot para que asiente. Y durante el espectáculo, las señoras de atrás me colocaban el chal para que no pasase frío. ¡Son de un sociable las cartageneras! Me sentía como rodeada de mamás. El bichonovio miraba todo esto asombrado.
El hotel de Cartagena era Los Habaneros. Muy buena situación, se llega andando a casi todo y hay aparcamiento cerca (el propio del hotel costaba 10 euros/día) Tenían estropeado el wifi. El trato bien, nada especial. El desayuno bufé correcto. Bonitas vistas desde el balconcito de la habitación. 50 euros la habitación doble, desayuno incluido, con puntos de Hotelplus.
Costumbres: Aprendimos que un chaval en Murcia es un "zagal", que tienen tipos de café desconocidos para mí (belmonte, manchado, el dos leches...) y que le echan limón a casi todo (incluso a las heridas)
Latiguillos: el bichonovio que exclamaba a cada poco "¡Murcia!", a lo que había que contestar "¡que hermosa eres!" con el entusiasmo de las galas de la Primera. Esto fue extendiéndose a cada cartel de cada pueblo que encontrábamos: "¡Cieza!...¡que hermosa eres!..¡Jumilla!...¡que hermosa eres!"
Gastronomía: Comimos caldero, paella, cabrito, mojama, huevas y gazpacho. Y patatas con limón, ñam.
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