El viernes hicimos nuestra ya habitual parada en Tapia de Casariego para tomar un café con casadielle+milhoja de vainilla+molino de cabello de ángel en la Pastelería Palermo. Un sitio acogedor muy a mano de la carretera (sobre todo en sentido Asturias --> Galicia), una camarera amabilísima, tres bollos exquisitos, un café con leche enorme y un chocolate ídem por 6 euros. Cena familiar, ligera para dejar sitio a la comilona del sábado.
El sábado fuimos a comer el churrasco emblemático que cocina mi padre, seguido de un flan de café fresquito. Luego vino un paseo por la finca: un corderito nacido hace tres días correteando por la huerta, arrancamiento de orégano y melisa para traernos a nuestro balcón, recogida de casi dos kilos de limones para mis zumos de zanahoria estudiantiles, pelea para que Lúa deje de ponerse de patas encima de todo el que llegue (primero ladridos que parece que te come, y luego mimos), y despedida aprisa y corriendo porque llegábamos tarde a la Ultranoite. La ultranoite muy divertida, la primera parte algo flojita, pero luego va subiendo y subiendo y terminé llorando de risa. Nos retiramos temprano para aprovechar el domingo.
El domingo (aquí viene lo bueno) nos dirigiamos tranquilamente a ver la exposición de Sorolla de la Caixa Galicia, cuando bajando hacia la plaza de Platerías el bichonovio comenta: "anda, música" (era el famoso JazzMan) Y yo le recuerdo que Santiago a veces se vuelve Compostelandia, con tanto turista, tanto músico callejero, tanta gaita y tanta concha de vieira. Y me di cuenta de que ese es el lugar que indico en mi blog "Compostelandia-Gijón" Y mis neuronas, ya moviéndose por la parte del cerebro que se ocupa del mundo blogueril, me hicieron fijarme en una pareja que caminaba delante de nosotros. No me preguntéis cómo pude reconocerlos de espalda, pero tuve la intuición de que era Mrs. Knook, así que los adelanté, me di la vuelta y le solté: "tú no tendrás un blog..." Fue muy curriña, a pesar del mega-susto que debí meterle al abordarla así de repente. Por aquellas alturas mi querido bicho ya estaba escondido detrás de la fuente temiendo por aquella pobre pareja asaltada. Pues eso Mrs. Knook, guapa, que me ha encantado encontrarte y saludarte!
1 comentario:
Jajaja al final Mr. Knook tenía razón, me dijo que erais la pareja que venía detrás, yo ni me fijé, iba empolada pensando en lo mío. La verdad es que es increíble que me reconocieras por la espalda, sigo sin entenderlo. Seguro que si me tapara la cara en las fotos me reconocías igual jajajaja
En fin guapa, a ver si otro día hablamos sin tantos sobresaltos jeje. Un beso.
Publicar un comentario