Mi querida Catu (que está siendo la estrella invitada a los blogs del momento) me manda un enlace a una
bonita funda de manzana, lo que me da una excusa (cómo si me hiciesen falta) para rebuscar en Ravelry y descubrir que se puede enfundar casi todo o más bien todo. Ya sospechaba algo así cuando el bichiño me propuso tejerle unas fundas
de palo de golf a alguien-que-
espero-que-no-lea-el-blog-porque-si-no-allá-se-va-la-sorpresa y pensé que no iba a encontrar nada, y no sólo encontré como 4 ó 5 modelos diferentes sino que (vía
viruete, del que hay que leer su "Alimentos que fracasaron") terminé descubriendo los más
extraños usos de estas fundas, que prefería no haber descubierto. El mundo de la lana se expande a territorios insospechados.
Más cosas.
Ya estoy en Santiago, y creo que 4 días no van a llegarme a nada. Es todo un "tengo que hacer" "tengo que llamar" "tengo que ir" que al final creo que ni voy a hacer ni voy a llamar ni voy a ir. Y como no, nada más llegar, diluvio universal, como debe ser un buen recibimiento compostelano.
Y ya para terminar, hay que ver
esto que me he encontrado vía
no puedo creer que lo hayan inventado.
2 comentarios:
Querida anisor...
¿cuando vienes a verme? Te invito a tejer en el queso
Por fin he tejido en el queso!
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