Aunque me parecían pequeñísimos aún le sobran unos milímetros para encajar en el pie de la enana. Todo el mundo habla de lo grande que está ya con mes y medio, pero a mí me sigue pareciendo diminutísima.
VISITAMOS a un montón de gente con casas nuevas. Al tercer piso ya estabamos entrenados y nos fijábamos en detalles como la calidad de la tarima flotante, o la profundidad de los armarios, cosa que en la primera ni se nos había ocurrido que fuese importante.
Y A LA VUELTA, nos pilló una tormenta impresionante, con su respectiva tromba-cortina de agua. Lo mejor, el arco iris de después, y la parada en Rueda para comprar nuestro ya habitual grifo de 3 litros de vino blanco.
MAS COSAS. Fuimos a ver la peli de Indiana Jones. En la siesta del domingo vimos la del templo maldito por la tele, y nos dejó con ganas de ver la nueva. Es bastante entretenida, con los detalles cómicos propios de la saga y espectaculares efectos especiales. Pero tiene detalles poco creíbles. Puede que sea porque me pilla con quince años más respecto a cuando yo vi la última, y con 12 años te crees mucho más fácilmente que uno aprende a recorrer la jungla de liana en liana sólo intercambiando una sabia mirada con un mono. Nos hizo ilusión ver una de Indiana Jones en pantalla grande, la verdad.
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