sábado, 9 de abril de 2011

¡Detrás de ti! ¡Un mono de tres cabezas!

¿Cuando? ¿cuando encontraré en Ravelry un patrón de mono de tres cabezas?
He buscado imagenes lo más pixeladas posible para sacar un gráfio de intarsia, he encontrado uno a punto de cruz... pero no me convencen...


Mientras tanto, me entretengo re-jugándolo con el ipod (estas navidades me han apijotado un montón) y tejiendo esta supergenial marioneta de dedo, con un vídeo promocional que compensa que el simio sea monocabeza.

miércoles, 6 de abril de 2011

De paseo


Así lucía Gijón el domingo pasado.
Nos zampamos un rico cachopo aquí, y luego dimos un paseo de 20 km sin coche ni autobús, entre mar, pájaros, sol, y flores.
Sin salir de la ciudad.

Técnicas de Marketing. Segunda parte.

Las llamadas teléfonicas de operadoras explicando sus ofertas me dan menos tirria que los que llaman a la puerta, porque desde hace tiempo, en cuanto descuelgo y oigo el nombre de la compañía, la que sea, contesto "no me interesa, gracias" y cuelgo. Sin más. Y a veces ni las gracias. Tampoco ellos piden perdón por molestar. No me importa si les oigo seguir hablando en la lejanía mientras miro que botón apretar para colgar. La última vez que intenté explicarle a la persona que me llamaba que no podía atenderlo por estar trabajando, colgué cabreadísima porque el tontoperador seguía insistiendo "solo son 5 minutos..." La culpa es mía por entretenerme en ser amable.

La compañía con la que estoy desde hace años (orange) no me ha dado sorpresas desagradables y ya no me acuerdo de la última vez que me llamaron para promocionarme algo, así que no tengo pensado cambiarme. Compruebo las tarifas de vez en cuando por internet, y aun no he encontrado nada más ventajoso que lo que tengo para lo que necesito, así que no le doy más vueltas.

Movistar: Hace unos años, mi padre tenía un móvil de tarjeta prepago con ellos. Un día le llamaron de su compañía para saber si le interesaba pasarse a contrato, y mi padre, en vez de seguir la maleducada técnica de colgarles que sigo yo, escuchó amablemente su oferta. Finalmente les dijo que no le interesaba, y que en todo caso ya se pasaría por su tienda de confianza para que le informaran con más detalle. Al cabo de unas semanas, fue a recargar su tarjeta, y cual fue su sorpresa al ver que no le aceptaban la recarga porque estaba con modalidad de contrato desde la tarde de la llamadita de marras. ¿De donde sacaron el número de cuenta para cargarle las facturas? Suponemos que de recargar algún día en un cajero. Estuvo obligado a permanecer con ellos un año, si no recuerdo mal. Nunca vió un papel en el que constara su firma aceptando las condiciones. En la tienda le dijeron que cuando alguien reclama en esta situación, la compañía suele presentar como justificante de aceptación del contrato la grabación de algún momento de la conversación en el que el cliente diga "sí"
Nada más pasar ese año, cambió de compañía y en mi casa movistar está vetada: ni internet, ni móviles, ni nada. Menudo negocio hizo esa operadora con la dichosa llamada.

Vodafone: Era mi alternativa desde que movistar quedó prohibida en mi casa. Pero desde las timbradoras compulsivas he cambiado radicalmente mi opinión sobre la compañía y antes que contratar nada con ellos me hago una antena de papel albal.

En mi casa tienen móviles e internet de la compañía gallega R. No hemos tenido malos rollos con ellos, el servicio de atención al cliente según nuestra experiencia es muy bueno, y la velocidad de internet es supersónica comparada con la que tenemos nosotros aquí con telecable (a casi el mismo precio), así que es mi segunda opción el día que Orange me dé una sorpresa.

Al resto de las compañías no las conozco. Pero como aún no me han molestado, mi opinión sobre ellas es inocentemente buena.

Y os dejo ya en compañía de los Honguitos.... digo... de este andaluz inspirado ante la llamada de una paciente teleoperadora: