sábado, 26 de febrero de 2011

Filloas


Lo mejor del Entroido: las filloas. Es el único dulce estacional que estoy deseando ver llegar. Ni orejas, ni turrones, ni mazapán. Ojalá en mi casa fuese tradición tomar torrijas por Semana Santa, solo las torrijas podrían competir con las filloas.

En mi casa se hacen filloas en piedra, de granito, y untada con tocino. El amoado (la masa) no lleva leche, sino agua.
Si en el proceso aparece leche en vez de agua, una sartén en vez de piedra, o mantequilla/aceite en vez de tocino, la filloa empieza a desfilloarse y a parecerse a una crepe. Cuando viví en Francia tuve la ilusión de que las "galettes" bretonas fuesen una réplica de nuestras filloas, porque los pacientes me contaban tradiciones de Bretaña sospechosamente parecidas a las gallegas (las zocas, el marisco, las gaitas, los bolillos...) Pero no. Las galettes se hacen con mantequilla, en sartén, y solo se diferencian de las crepes en el tipo de trigo.


Han de ser transparentes y espolvoreadas opcionalmente con azúcar, aunque después las combinemos con el cocido. Yo pensaba que esto era cosa de mi familia, por la impaciencia de no esperar al postre, pero una compañera de la carrera que también es de mi zona me confirmó que en su casa incluso envuelven el chorizo del cocido en filloas.

A mi padre le encantan las filloas de sangre, a mí las de chicharrones con amoado de caldo.

Mi abuelo dice que no se les puede dar la vuelta "ata que levanten as orellas", es decir, hasta que los bordes se despeguen crujientes y se puedan casi voltear con los dedos.


El amoado se prepara y reposa en un balde de plástico azul. Esto hace que cada vez que en mi aldea alguien sale de casa con un balde similar lleno de restos para las gallinas, huesos para el perro, o mondas de patata para los cerdos, yo empiezo a salivar.

Las filloas se acumulan en una tina, también de plástico azul, parecido al que usamos para llevar la ropa limpia al tendal. Puesta en el suelo, me llega casi a la rodilla.

Este Antroido prometo pegarme a la Filloeira Mayor de mi casa y sonsacarle la receta con pesos y medidas. Si consigo sacarla de "o que admita" y "xa vas vendo", lo colgaré por aquí.

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9 comentarios:

Hiroshige dijo...

Guau!!

Anónimo dijo...

nenaaaaa, si quieres mi receta de filloas en sartén silba :))

Anisor dijo...

Fiuuuu fiuuuuu! :-D
Te la cambio por la mía futura de filloas a la piedra, Alfa!

Ana dijo...

Uhhh, qué buenaaaaas. Mis tíos también son gallegos y hubo un año que pasé allí estudiando que mi tía se tiró todos los carnavales haciendo filloas... ¡qué buenaaaaaaaas!!! ahora, no teníamos un sistema "tan sofisticado" ella las hacía en sartén, pero también se acumulaban por montañas... ainnnnsss

Anisor dijo...

En sartén también son muy muy ricas, de hecho voy a hartarme a hacerlas la semana que viene para que se me pase la morriña de filloas :-D
El primer plato que aprendí a cocinar, con 10-11 años, no fue pasta, o huevo frito, sino filloas en la sartén! Me gustaban tanto que mi madre vio útil que aprendiese a hacerlas en vez de darle la lata a ella para que me las cocinase.

Ana dijo...

Yo sigo siendo incapaz de darles la vuelta... una tiene sus taras de fábrica :P

Unknown dijo...

sonsaca esa receta aunque haya que aplicarle el tercer grado! que pinta!

Adijirja dijo...

Ays... pero que pinta por Tutatis!!!! Nunca las he probado, pero por un efecto similar al de los perros de Pavlov, ya he empezado a salibar...

tartaruga dijo...

jur, pues yo creo que, aunque sea un sacrilegio, a mí lo que me gustan son las crepes, pero no por repudia hacia las filloas, es que en mi casa las filloas son así, gordas, con leche y jugosas y dulces y a mí me gusta comerlas calentitas con el azúcar recién derretido dentro, mmm. Por eso cada vez que voy a casa de alguien y hay filloas siempre espero que sean "como las de mi casa" pero son como las de casa de cada uno, en casa de mi chico son super amarillas, finitas y apenas dulces, las de mi compañera de piso de antes eran una lámina casi transparente, salada y llena de agujeros, como una puntilla.
Así que creo que el gusto está en la tradición y a nadie nos saben igual " las de fuera" :)