
Proyecto rápido, lana preciosísima, un gustazo de tejer, al tacto, los colores... Con este
jerseycillo (lo de llamarle boobholder me tira un poco para atrás) me ratifico en mi
primera ley tejeril: Merece la pena invertir en una lana como esta, cuando vas a invertir tu tiempo en tejer con ella. No hay nada peor que terminar un proyecto y que por no haber gastado 3 euros más, la prenda pique, o no te la vayas a poner nunca, o los colores sean feos... Una simple bufanda, pero tejida en una superlana como esta, se convierte en la bufanda que llama la atención allá donde vaya.
Mi
segunda ley tejeril es hacer siempre siempre siempre la muestra.
La
tercera, tejer cosas que cueste tejerlas solo para gente que sabes que lo va a apreciar (por eso mi primera bufanda calada fue para mi tía M., que casi ni me la acepta al verla e imaginarse lo que me había costado hacerla. Fue más placer regalarla que tejerla)
La
cuarta, intentar seguir el patrón, o si lo modificas, modificarlo "con cabeciña" No ceder ante las ganas de seguir dándole a las agujas sin pensarte bien lo que estás tejiendo.
La
quinta, elegir proyectos que sean favorecedores para uno y no en base a lo bien que le queda a la que está modelando el patrón. Bendito ravelry, que te permite ver como queda un mismo proyecto en varias personas.
La mayoría de estas reglas, por supuesto, fueron apareciendo ante mí a medida que me veía cometiendo una y otra vez los mismos errores.
¿Vosotr@s también tenéis vuestras reglas tejeriles?