El viernes hicimos nuestra ya habitual parada en Tapia de Casariego para tomar un café con casadielle+milhoja de vainilla+molino de cabello de ángel en la Pastelería Palermo. Un sitio acogedor muy a mano de la carretera (sobre todo en sentido Asturias --> Galicia), una camarera amabilísima, tres bollos exquisitos, un café con leche enorme y un chocolate ídem por 6 euros. Cena familiar, ligera para dejar sitio a la comilona del sábado.
El sábado fuimos a comer el churrasco emblemático que cocina mi padre, seguido de un flan de café fresquito. Luego vino un paseo por la finca: un corderito nacido hace tres días correteando por la huerta, arrancamiento de orégano y melisa para traernos a nuestro balcón, recogida de casi dos kilos de limones para mis zumos de zanahoria estudiantiles, pelea para que Lúa deje de ponerse de patas encima de todo el que llegue (primero ladridos que parece que te come, y luego mimos), y despedida aprisa y corriendo porque llegábamos tarde a la Ultranoite. La ultranoite muy divertida, la primera parte algo flojita, pero luego va subiendo y subiendo y terminé llorando de risa. Nos retiramos temprano para aprovechar el domingo.
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1 comentario:
Jajaja al final Mr. Knook tenía razón, me dijo que erais la pareja que venía detrás, yo ni me fijé, iba empolada pensando en lo mío. La verdad es que es increíble que me reconocieras por la espalda, sigo sin entenderlo. Seguro que si me tapara la cara en las fotos me reconocías igual jajajaja
En fin guapa, a ver si otro día hablamos sin tantos sobresaltos jeje. Un beso.
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